25° Buenos Aires Peñarol evalúa una queja formal hacia Conmebol por los episodios de violencia en suelo brasileño, equipos argentinos apoyarían el reclamo.
Peñarol denunciaría ante la entidad sudamericana de fútbol los malos tratos que reciben los hinchas en Brasil cada vez que viajan para alentar a su equipo.
El dirigente de Peñarol, Evaristo González, confirmó que el club uruguayo está evaluando presentar, junto a varios clubes argentinos, una queja formal ante la Conmebol por los repetidos episodios de violencia que han experimentado en Brasil en competencias sudamericanas. La última semana, los hinchas de Peñarol fueron atacados por seguidores del equipo local y reprimidos por la policía, sumándose a una lista de antecedentes de violencia que afecta tanto a equipos uruguayos como argentinos cada vez que juegan de visitantes en Brasil.
Este tipo de situaciones no es nuevo, ya que en su reciente visita a Brasil, equipos como River, Racing y Lanús también fueron objeto de agresiones en sus respectivos partidos frente a Atlético Mineiro, Corinthians y Cruzeiro. En este contexto, González sostuvo que Peñarol y otros clubes argentinos deberían acudir ante la Conmebol para exigir medidas: "No es la primera vez que pasa. Considero que el club se tiene que mover con cuadros de Argentina que hayan vivido similares acciones, presentarnos en Conmebol y realmente plantear que Brasil entero tiene que tener una sanción ejemplarizante o perder la localía por dos años. Que vayan a jugar a Paraguay, o que sencillamente Brasil realmente sea castigado por lo que está pasando".
El dirigente insistió en que la violencia en Brasil exige una respuesta contundente y que esta debe ser respaldada por una coalición de clubes que hayan sufrido situaciones similares: “Acá tenemos que estar unidos River, Racing, Boca, Peñarol y Nacional, ya que el abuso en Brasil es desorbitante y la Conmebol tiene terror de perder esos ingresos provenientes de Brasil. Si el Ministerio del Interior Brasileño no da las garantías porque actúa de forma delictiva, entonces no se puede jugar en Brasil, y hay que entenderlo, no podemos poner en riesgo a toda la parcialidad cada vez que vamos”, afirmó.
Además, González destacó la influencia de Brasil en el fútbol sudamericano debido a su poder económico y gran afición, pero apuntó a la necesidad de que la Conmebol tome conciencia y actúe. “El dinero fuerte lo maneja Brasil. Tienen una población gigante, pero acá está el error: si vos querés defender el producto fútbol de Latinoamérica, que tanto favorece a Europa, tiene que haber una conciencia de la Conmebol en que tienen que haber medidas serias contra cada equipo brasileño”, añadió.
Los incidentes recientes en Río de Janeiro incluyeron enfrentamientos que involucraron no solo a hinchas de Botafogo, sino también a simpatizantes de otros clubes como Fluminense y Flamengo, quienes atacaron con palos y armas, según relató González: “Cayeron alrededor de 300 delincuentes que no eran solo hinchas de Botafogo, eran de Fluminense y de Flamengo, con palos y armas. Hubo suerte de que no lamentáramos gente muerta. Nosotros estamos extremadamente preocupados por el partido con la escala de violencia. Tenemos mucha preocupación con respecto a las represalias que pueden tomarse acá en Uruguay. Pueden pasar cosas graves”.
En respuesta a estos incidentes, el club de Montevideo decidió que el partido de vuelta contra Botafogo, que se jugará en el estadio “Campeón del Siglo”, se realice sin público visitante. Sin embargo, la Conmebol envió un comunicado a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y a las autoridades uruguayas, solicitando que se garantice la seguridad para ambas parcialidades en el partido y argumentando que ya se habían vendido 1600 entradas a hinchas brasileños, algunos de los cuales ya se encuentran en Uruguay. Advirtieron que, si no se permite el ingreso de ambas hinchadas, Peñarol podría enfrentar sanciones, que van desde jugar el partido a puertas cerradas hasta cambiar la sede del encuentro.
Los enfrentamientos en Río de Janeiro, que incluyeron enfrentamientos entre simpatizantes uruguayos y barras de Botafogo apoyados por hinchas de Fluminense y Flamengo, terminaron con más de 200 personas detenidas. Imágenes que circularon en redes sociales mostraron a hinchas uruguayos arrojando piedras y usando mesas y sillas para protegerse, y también se reportó el incendio de un micro y varias motos. La policía brasileña intervino con balas de goma, gases lacrimógenos y bombas de estruendo para dispersar a los involucrados.
Ante este escenario de violencia, el Ministerio del Interior de Uruguay resolvió prohibir la asistencia de público visitante en el partido de vuelta en Montevideo.
JC/AS