Cada año, la tormenta de Santa Rosa es esperada a finales de agosto y principios de septiembre. Suele ser una tormenta de mayor intensidad a las anteriores y que para el imaginario popular marca el final del invierno y el principio de la primavera. Y este año parecería que va a cumplir con la fecha estipulada.
Lleva el nombre de Santa Rosa por la celebración de Santa Rosa de Lima, que cae cada 30 de agosto. De ese modo, unos días antes o unos días después suele ocurrir esta tormenta.
Pero en este 2024, los pronósticos indican que la tormenta se daría este viernes 30 agosto en varias provincias. También en el Área Metropolitana de Buenos Aires, adonde llegaría en forma de ciclogénesis, un fenómeno que la región ha experimentado en al menos dos ocasiones en los últimos meses.
De ese modo, se esperan lluvias intensas con incremento de las temperaturas y humedad, debido a la circulación del viento norte.
Qué dice el pronóstico
Para la ciudad de Buenos Aires, este viernes se espera una temperatura mínima de 11 grados y máxima de 13, con cielo nublado durante la madrugada y lluvias durante todo el día, con mayor intensidad hacia la noche.
Esas condiciones se esperan durante todo el sábado e incluso la mañana del domingo, cuando comience a mejorar levemente el clima y las temperaturas suban lentamente hacia la mitad de la semana próxima.
En el resto del país hay alerta amarilla. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) cubre el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y este de Córdoba. También la zona de Cuyo. El sábado 31, en tanto, la alerta se concentra únicamente al noreste de Buenos Aires.
pronostico-del-tiempo-la-ciudad-buenos-aires.webp
Qué es la tormenta de Santa Rosa
La leyenda se remonta al año 1615, cuando en la "Ciudad de Los Reyes" en Lima, Perú, la beata Rosa (Isabel Flores de Oliva, 1586 -1617) encabezó una rogativa desde una Iglesia, ante el posible desembarco de naves piratas holandesas que habían asaltado el puerto El Callao.
Sin previo aviso, una gran tormenta impidió que las embarcaciones se acercaran a tierra y así, la ciudad de Lima se salvó.
Así fue como los creyentes comenzaron a atribuir la presencia de la tormenta y la huida de los piratas al poder místico de Rosa.
El mito de la tormenta de Santa Rosa mantuvo un gran arraigo en la Argentina, especialmente en la zona del Río de la Plata, en Córdoba y en la región de Cuyo.